A LA LUZ DEL TAROT

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A  LA  LUZ  DEL  TAROT

"Cuando se echan las cartas uno tiene que olvidarse de si mismo, uno es el otro, el que está enfrente soy yo", dice Leonor Alazraki






"A la luz del Tarot" es el título de la conferencia que ha pronunciado Leonor Alazraki en el 28 Foro de las Ciencias Ocultas, que sigue celebrándose en Príncipe Pio. Con más de treinta años de experiencia y un bien ganado prestigio como profesional de la cartomancia, Leonor Alazraki cree que la baraja de los arcanos es un medio de comunicación para ayudar a los demás, una guía de buenos consejos que unas veces nos ayuda a sobrellevar cargas pesadas y otras, a deleitarnos con alegrías tan ligeras como una pluma. Es, en suma, una guía para saber qué debemos hacer y qué nos conviene. Luego, cada cual toma su propia decisión, según su libre albedrío.

Aunque ha sido muy cuidadosa con las palabras, para no herir susceptibilidades, la conferenciante se ha mostrado en desacuerdo con las consultas de cartomancia por televisión, si bien reconoce haber participado en ellas ocasionalmente. "Eso -ha dicho- no es el Tarot,es espectáculo, es televisión..." En su opinión, el Tarot es, adermás de un sistema de adivinación, un instrumento mágico, de un profundo conocimiento filosófico, y un código que hay que desvelar. Quien logra hacerlo y descifrar correctamente su rica simbología.puede comprender cosas que los demás no alcanzan a ver.

Leonor ha recordado sus comienzos, a los veintipocos años, estudiando con el primer profesor de Tarot que hubo en Argentina. A base de estudio, empezó a desarrollar videncia. Asegura que ahora podría trabajar sin cartas, pero sigue utilizándolas porque le proporcionan una mayor seguridad en lo que afirma. "Llega un momento -dice- en que las cartas están dentro de nosotros, las incorporamos a nuestro ser".

También recuerda cuando vino a España, "sólo por unos meses", en 1975. Franco acaba de morir y Leonor vivió muy intensamente la efervescencia política y cultural de la transición a la democracia. "Mientras que aquí era la vida, en mi país era la muerte", señala contraponiendo a la democratización española la sangrienta dictadura militar impuesta en Argentina aquellos años. En nuestro país, sus dotes fueron conocidas muy pronto en un restringido círculo de políticos, empresarios y periodistas que acudían a consultarle.


Maritxu Guler



Eliphas Levi

 De esa época data su admiración por la pionera del Tarot en España. La vasco-navarra Maritxu Guler, fallecida hace años, fue quien introdujo la baraja de los arcanos en nuestro país. Había tratado personalmente a grandes personajes del ocultismo, como los franceses Eliphas Levi y Papus. Siempre le decían que por qué no escribía un libro y ella contestaba "¿por qué?, si el Tarot ya es un libro". Creó tres barajas, que están descatalogadas y ya no hay manera de encontrarlas.

Leonor Alazraki concede gran importancia al conocimiento de los símbolos que entrañan los arcanos, una palabra cuyo significado es "secretos". Los 22 arcanos mayores representan partes nuestras, de nuestro entorno, de nuestra tierra o de la humanidad entera. Los 56 arcanos menores -subdivididos en oros, copas, espadas y bastos- son, en cambio, arquetipos de cuanto nos rodea en la vida cotidiana: trabajo, familia, amor, desamor, corrupción.

Así, por ejemplo, en el Mago, que es el primer arcano mayor, vemos a un joven que está delante de una mesa y tiene en su mano derecha un oro y en la izquierda un basto, mientras que sobre la mesa se puede ver una espada y una copa. Signfica que se encuentra frente a todo lo que hay en el camino, porque es aquí donde empieza. El oro representa la materia, que, a su vez, es la tierra; el basto es el fuego, los sentimientos; la copa, el agua, lo espiritual, y la espada es el aire, la lucha. Si se quiere poner en marcha un negocio, ¿cuáles de estos elementos habría que utilizar para tener éxito? Evidentemente y de modo fundamental, el dinero, el oro, y la lucha, la espada. Según los elementos que se elijan en cada circunstancia, así nos irá en la vida.

A continuación del Mago está la Papisa. Se sienta y estudia, tiene un libro delante. Ya no es un aprendizaje empírico, sino intelectual. Ambos forman la primera pareja espiritual del Tarot. La Papisa no es sólo conocimiento y reflexión. En algunas barajas antiguas se la identifica como la sacerdotisa de Isis, lo que abona las especulaciones que sitúan el origen del Tarot en el Egipto faraónico, que a su vez lo habría recibido de otra civilización aún más remota, tal vez la Atlántida sumergida en un cataclismo.

Leonor Alazraki da unas cuantas reglas de oro para quienes se dedican o quieren dedicarse a la cartomancia. En primer lugar, cuando se echan las cartas uno tiene que olvidarse de si mismo; uno es el otro, el que está enfrente soy yo. "Mi mente -dice- está concentrada para ver lo que le pasa a esa persona y nada más.  Porque si no, doy mis opiniones, no lo que está diciendo el Tarot".

"Si lo usamos con honestidad, nos devuelve honestidad.  Si lo usamos para ganar mucho dinero, perdemos la videncia y perdemos todo".  Y añade que el Tarot es un medio de comunicación para ayudar a los demás.  Todo es un dar y recibir.  "Yo estoy ayudando a una persona y esa persona me está ayudando a mi.  Porque yo estoy aprendiendo más de mi tema y estoy cobrando un dinero prudente...  Hay que cobrar; quien dice que no hay que cobrar -asevera-- no sabe lo que dice, porque esto es un trabajo como cualquier otro..."