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"BUSCAMOS LA FELICIDAD FUERA DE NOSOTROS Y NO DONDE PODEMOS ENCONTRARLA: EN NUESTRO INTERIOR", ASEGURA EL ORIENTALISTA RAMIRO CALLE
Sin sosiego, asegura Ramiro Calle, no puedes disfrutar de nada. La sociedad te dice "disfruta, consume", pero no te dice que tienes que aprender a disfrutar, que tienes que estar bien para poder disfrutar. Cuando una persona sufre una depresión profunda, por ejemplo, ¿de qué puede disfrutar? Cuando una persona tiene un pensamiento que es como un mono loco y borracho, ¿de qué puede disfrutar? Nada es disfrutable si no hay sosiego. En cambio, si lo hay, hasta lo más cotidiano y trivial podemos elevarlo al rango de lo sublime.
Por último, Ramiro Calle también ha calificado de fundamental el autoconocimiento, saber lo que hay de bueno y de malo en uno mismo para ir eliminando poco a poco lo negativo, la relación con los demás, en la que hay que evitar la malevolencia y la maledicencia, y procurar vivir con fluidez el momento presente, sin ataduras en el pasado ni obsesiones con el futuro.
Como en todas sus intervenciones en anteriores ediciones del Foro Internacional de las Ciencias Ocultas y Espirituales, Ramiro Calle ha vuelto a llenar la sala. Sus admiradores, seguidores y discípulos son legión. En más de cuarenta años, por su Centro de Yoga y Orientalismo Shadak han pasado miles de alumnos y el medio centenar largo de obras que lleva publicadas tienen unos lectores adictos.
"El arte del sosiego y de la paz interior" era el título de la conferencia, que ha desglosado en dos partes: una dedicada a diferenciar vida exterior y vida interior, y otra para exponer los métodos para encontrar el sosiego, la paz interior. En la primera ha hecho hincapié en que todos, por un error de óptica, buscamos la felicidad total en la vida exterior, es decir, allí donde no puede encontrarse porque todo en ella es cambiante. Cambian las circunstancias, los sentimientos, cambiamos nosotros mismos...
¿Cómo podemos creer que vamos a encontrar dicha estable donde todo es inestable?, se pregunta el conferenciante. Y añade que en la realidad exterior siempre vamos a encontrar los dos rostros de la vida: el rostro amargo y el rostro dulce. Cuando te das cuenta de esto , dice, es cuando empiezas mirar hacia tu interior y ves que dentro de tí sí que puedes tratar de cimentar un estado de sosiego y de encuentro contigo mismo.
Podrás encontrar la dicha si poco a poco tratas de eliminar los sentimientos y estados de ánimo nocivos y dejas de huir de ti mismo. Si uno se da cuenta de que puede poner los medios para madurar, superar carencias emocionales y afectivas y hacer creativa la soledad, entonces uno empieza a fabricar dicha dentro de si mismo, dicha que es una nueva manera de concebir la vida.
La palabra sosiego significa, en su origen, sentarse y asentarse. Es el arte de remansarnos, como las aguas turbias pasan, al remansarse, a ser aguas transparentes. El sosiego es el mayor tesoro, según un maestro oriental,. Está dentro de tí, pero hay que reactivarlo poco a poco, hasta que emerja. Y una de las vías para conseguirlo es la meditación, adiestrar la mente para reeducarla.
Sin sosiego, asegura Ramiro Calle, no puedes disfrutar de nada. La sociedad te dice "disfruta, consume", pero no te dice que tienes que aprender a disfrutar, que tienes que estar bien para poder disfrutar. Cuando una persona sufre una depresión profunda, por ejemplo, ¿de qué puede disfrutar? Cuando una persona tiene un pensamiento que es como un mono loco y borracho, ¿de qué puede disfrutar? Nada es disfrutable si no hay sosiego. En cambio, si lo hay, hasta lo más cotidiano y trivial podemos elevarlo al rango de lo sublime.
Otra clave para alcanzar la paz interior es, según el conferenciante, la transformación de las emociones nocivas, que nos obsesionan, nos roban energía e incluso nos causan enfermedades psíquicas y físicas, y su sustitución paulatina por emociones constructivas, de amor, compasión, alegría, ecuanimidad, paciencia... Otro tanto debe hacerse con los pensamientos. Y para ello es esencial aprender a estabilizar, dirigir, enfocar y dominar nuestra mente.
Por último, Ramiro Calle también ha calificado de fundamental el autoconocimiento, saber lo que hay de bueno y de malo en uno mismo para ir eliminando poco a poco lo negativo, la relación con los demás, en la que hay que evitar la malevolencia y la maledicencia, y procurar vivir con fluidez el momento presente, sin ataduras en el pasado ni obsesiones con el futuro.
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