NI HECHICERO NI BRUJO. MILINGO DICE QUE NO ES ÉL QUIEN CURA , SINO LA FUERZA DE LA FE Y LA DEL ESPÍRITU SANTO, QUE OBRAN EN ÉL A TRAVÉS DE SUS MANOS
Hacía 12 años que monseñor Milingo no venía a España. La última vez fue en 1997, para asistir al Foro Internacional de las Ciencias Ocultas y Espirituales. Había, pues, una gran expectación en la sala de conferencias de la estación de Príncipe Pio por participar en el ritual de sanación del ex-arzobispo de Lusaka.
La periodista María José Ros, que fue corresponsal de Radio Nacional en Roma, donde conoció a Emmanuel MIlingo y fue testigo incluso de algunas de sus curaciones, ha sido la encargada de presentarle y explicar el contenido de la ceremonia.
¿En qué disposición se debe encontrar la persona que quiere participar en el ritual de sanación? En primer lugar, debe buscar no sólo la curación física, ha dicho el obispo, sino también la espiritual. También, llevar una vida cristiana, de amor a Dios y al prójimo, que incluya a los enemigos y no sólo a quienes tienen nuestra misma sangre.
Acto seguido, el ex-arzobispo de Lusaka ha iniciado la oración de sanación colectiva, que incluye un salmo penitencial, el acto de contrición y unas invocaciones para rechazar los actos, pensamientos y sentimientos negativos y lograr la curación de una serie de enfermedades. También, monseñor, secundado por los asistentes, ha entonado varios cánticos religiosos y se han rezado tres avemarías.
Con una larga oración, invocando al Espíritu Santo para evitar el mal y aumentar la fe de los presentes, ha concluido la primera parte de la ceremonia.
A continuación, monseñor MIlingo ha ido imponiendo sus manos, en sucesivos actos de sanación individual, a quienes se han acercado hasta él. Además, el obispo ha ungido sus frentes con óleo bendecido. Por último, ha impartido su bendición y ha deseado a todos que se cumplan las peticiones que han formulado.
Emmanuel Milingo, que ha venido a Madrid acompañado por su esposa, la acupunturista coreana María Sung, volverá a celebrar el ritual de sanación este sábado, a las seis y media de la tarde, y el domingo, a las doce de la mañana.
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