SIGNOS QUE ANUNCIAN EL CAMBIO

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SIGNOS  QUE  ANUNCIAN  EL  CAMBIO

"Estamos viviendo un  tiempo apocalíptico, de muerte de una era y nacimiento de otra, en la que surgirá, de una mutación de la especie humana, un hombre nuevo", asegura Enrique de Vicente.


Enrique de Vicente, periodista e investigador, nos ha dejado con el alma en vilo ante las visiones apocalípticas de lo que le espera a la humanidad, según la sabiduría antigua y las investigaciones científicas más serias. Desde hace unos meses estamos viendo lo que tiene todos los visos de ser un anticipo: catástrofes naturales cada vez más frecuentes, de las que el fortísimo terremoto de esta mañana en Japón es la última muestra, misteriosas muertes de miles de animales en varios lugares del mundo de forma casi simultánea, avistamientos de ovnis inusitadamente frecuentes...

Las conferencias del director de la revista "Año Cero" suelen ser como un árbol frondoso y florido, de cuyo robusto tronco de saberes múltiples van brotando espontáneamente las ramas de su brillante disertación. Así ha sido también su participación en este 28 Foro de Príncipe Pio, introducida por el presidente de la Sociedad Española de Parapsicología, Ramos Perera.

Ramos Perera presentó al conferenciante
Ha comenzado su exposición Enrique de Vicente haciendo notar que es muy evidente la existencia de todo tipo de signos a nuestro alrededor. "No tienen más que encender la televisión -ha dicho- para ver que hoy, por ejemplo, si ustedes han puesto los telediarios habrán visto que toda la bahía de San Francisco se ha llenado de millones de  peces; había capas de hasta treinta metros de profundidad". De este sorprendente fenómeno se han dado multitud de explicaciones para todos los gustos, unas más racionales y verosímiles que otras.
Entre el 28 de diciembre del año pasado y el 8 de enero del actual, se han repetido las muertes misteriosas de animales; primero pájaros, luego peces, después cangrejos, como en Inglaterra, o pulpos, como en Portugal, y hasta focas, en el mar del Norte. En Estados Unidos se dijo que los pájaros se habían asustado con los fuegos artificiales de fin de año, se habían estresado y se habían posado en las carreteras, donde habían sido atropellados por los coches.
Las muertes se habían detectado en no menos de treinta puntos, distribuidos por todo el globo, pero con una extraña simetría. El conferenciante, en colaboración con el astrólogo Vicente Cassanya, ha tratado de integrar en una sola varias de las hipótesis más creíbles.  La teoría se basa en que hubo una tormenta solar, muy intensa, que sacudió la Tierra a partir del 28 de diciembre, justo cuando empezaron las muertes de animales. 


Las tormentas solares -algunas de intensidad equivalente a mil bombas atómicas- golpean el campo geomagnético de la Tierra y provocan aumentos o disminuciones en la temperatura, fenómenos climatológicos de todo tipo y cambios en las placas tectónicas, con lo cual se producen terremotos e incluso erupciones volcánicas. Además, el 4 de enero hubo un eclipse de Sol. Y está demostrado cientificamente que los eclipses de Sol producen también ese mismo tipo de fenómenos y, al perturbar el campo geomagnético, quebrantan el sistema de orientación de aves y peces, en el que se basa su subsistencia.


 Lo último hasta hoy es el terremoto -de casi 9 grados en una escala de 11- que se ha producido esta mañana en la costa noreste de Japón, a sólo 300 kilómetros de Tokio, y que ha causado víctimas mortales e importantes daños, además de poner en alerta al país, Rusia y amplias zonas ribereñas del Pacífico ante la amenaza de tsunami, con olas que están produciendo riadas destructivas.

 Enrique de Vicente se refirió a otro seísmo en Japón, ocurrido el mismo dia de su conferencia y de menor intensidad, 7,3 grados, que no causó daños. Y dijo que si ese mismo terremoto se hubiera producido en alguna zona del Tercer Mundo habría provocado millones de víctimas. 2010 ha sido considerado por la Organización Meteorológica Mundial como el año con mayor número de catástrofes naturales de la historia y el actual no le va a la zaga.  Al ritmo que vamos, si excluimos el gran terremoto de Haití, que provocó tantos muertos, la intensidad de las catástrofes es superior este año.

El conferenciante ha expuesto también el ejemplo de las tormentas atroces que, a comienzos de 2011, se han cernido sobre Australia y Nueva Zelanda, devastando casas, infraestructuras y cosechas. Más de tres millones de personas han perdido sus hogares.  Además, las minas de carbón han quedado inundadas. Y como todo está interconectado en este mundo lo que sucede en Australia va a repercutir sobre nosotros de forma bastante inmediata, ya que ese país es el principal productor de carbón dedicado a la metalurgia y eso va a provocar, por ejemplo, un aumento enorme del precio del acero y repercusiones en el aumento a medio plazo en el precio de la energía.  Sumado esto a los trastornos en los países árabes y el incremento del precio del petróleo, va a implicar un deterioro de nuestra economía.

Pero, además, eso había sucedido también el año pasado en Colombia, este año en Brasil, Venezuela, Sri Lanka, Filipinas y otros muchos lugares, tanto del este asiático como del oeste de toda América. Curiosamente, en esa misma zona está el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, que es una cadena de volcanes que rodea totalmente el océano Pacífico y que ha entrado en una actividad frenética.
Enrique de Vicente sostiene que todo esto podría dar pie  a que alguien piense que la profecía maya puede tener razón y que el mundo va acabarse el año que viene. "Realmente, eso es algo cogido por los pelos. Son interpretaciones", dice. En su opinión, lo que se va a suceder el 21 de diciembre de 2012, no según el calendario maya, que es muy complejo, sino según la conversión que se ha hecho a nuestro calendario, es que termina el período que empezó aproximadamente en el año 3113 antes de Cristo. 
Los mayas concedían una enorme importancia a aquel año y si se sondea aquella época un poco puede verse que fue realmentre crucial. Podría decirse que si en algún momento aparece la civilización, tal como la reconoce la historia oficial,  es precisamente entonces. El Egipto dinástico se remonta a aquella época, que es también la  de Krishna. Con la muerte de Krishna comienza el último de los cuatro yugas o grandes periodos védicos en que se divide el tiempo y que ahora está finalizando.  Una era cuyo comienzo coincidió con el de este periodo del calendario maya.

Ruinas de Chichen Itzá (México)
Ese final que anuncian no sólo los mayas, sino todas las culturas mesoamericanas, es la muerte del quinto Sol y el nacimiento del sexto Sol. Ellos sabían que existía un misterio relacionado con el Sol, conocían bien la influencia de la actividad solar sobre la Tierra. Es más: no sólo la conocieron y la calcularon con absoluta precisión, sino que supieron cuándo el Sol, con sus movimientos, iba a devastar su civilización y se retiraron a la selva, dejando todo abandonado.

"Estamos viviendo un tiempo apocalíptico -ha señalado Enrique de Vicente- porque los problemas climatológicos cada vez van a ir a más, los terremotos van a ir a más, los volcanes van a ir a más". Y ha añadido que esas misteriosas muertes de animales serán cada vez más frecuentes, junto con otros fenómenos paralelos, como los avistamientos de ovnis -2010 ha sido el año con mayor número de avistamientos en los 54 años de historia de la ufología- o esos misteriosos dibujos en campos de cultivo, sólo visibles a vista de pájaro, que, según algunos investigadores, podrían simbolizar una cuenta atrás.
La radiación cósmica y la radiación solar son las que producen los cambios, la evolución de una especie a otra. Lo que dice la antigua tradición respecto a una época como la nuestra es que es una época afortunada, porque es la muerte de una era, de una civilización, de una forma de entender el mundo,  y el nacimiento de otra nueva, una nueva edad de oro. Va a surgir un hombre nuevo de una mutación dentro de la especie humana gracias a esa radiación.
Habrá resistencia a ese cambio por parte de fuerzas visibles e invisibles, ha advertido el conferenciante, pero ha indicado que la verdadera lucha se libra dentro de nosotros. Es una lucha entre el sueño y el despertar, entre la evolución y la regresión, entre la luz y la oscuridad. Entre las dos fuerzas que actúan en el universo: la fuerza de la expansión y la fuerza de la contracción. "Jesús, que vino a abrir una puerta-ha terminado diciendo- nos dejó un solo mandamiento (los otros venían de Moisés, no los propuso él): Amáos los unos a los otros como yo os he amado".

1 comentarios:

Unknown dijo...

puede que todo esto parezca algo terrible pero en realidad es todo lo contrario,solo no hay que dejarse llevar por la negatividad y el miedo. Creer es Crear.